JENARO GARCÍA, FUNDADOR DE GOWEX
"Con la crisis es más fácil ponerse a emprender, pero más difícil sacar el proyecto adelante"
R. J. Lapetra - Sígueme en Twitter 12/03/2012 (06:00h)
Es un emprendedor de los que quiere cambiar el mundo. Y vive un momento dulce con su negocio. Jenaro García, 44 años, es fundador de Gowex, el constructor de redes WiFi gratis para ciudades, que, poco a poco, está consiguiendo cambiar la manera en que navegamos por Internet, en la calle, con un concepto que triunfa de la mano del boom actual de los dispositivos móviles conectados a la Red. Emprendedor de larga trayectoria, después de montar un negocio de importación y compraventa de automóviles, formarse en la banca de inversión y montar uno de los primeros ISPs en España, o después Iber-X, la bolsa de las telecomunicaciones, García lleva más de veinte años emprendiendo y acaba de recibir el premio al innovación que concede cada año Ernst & Young.
“Mi empresa es un ejemplo de salida de la crisis. Estamos demostrando que el MAB funciona. Gowex es global. Para nosotros primero es el mundo y luego España. No somos como El Corte Inglés, sino como Inditex. Ya estamos en Buenos Aires y en China, donde hemos desplegado Wi-Fi en los trenes de alta velocidad con la ingeniería CRSCS y en la ciudad de Naijing”, explica García en conversación con este diario. Su proyecto emprendedor acaba de cumplir dos años cotizando en bolsa y acumula una revalorización (+80%) que le ha llevado casi a duplicar su valor en este tiempo desde los 3,5 euros de su debut.
A golpe de Wi-fi
El constructor de redes WiFi para ciudades atesora 80 millones de euros de capitalización bursátil y es la estrella del MAB, el mercado para pequeñas empresas en crecimiento de la bolsa española. También cotiza en Alternext, el equivalente al MAB en la ‘megabolsa’ Nyse Euronext. "Cotizar nos ha dotado de transparencia y confianza a la hora de salir al exterior".
Su modelo de negocio ha tenido éxito: ofrecen a los ayuntamientos construir una red de Wi-fi gratis aprovechando los edificios públicos de la ciudad para que el ciudadano pueda disponer de estos puntos de acceso. García explica que han ido un paso más allá, incorporándose al concepto de ciudades inteligentes y han convertido al propio ayuntamiento en proveedor con el modelo freemium -gratis y de pago- comparten ingresos con la administración incluyendo publicidad geolocalizada a través del Wi-Fi y ofreciendo servicios de acceso de pago.
"En 2004 detectamos una oportunidad: el acceso a Internet vía radio iba a superar a la banda ancha fija. Ese modelo es escalable y se puede implantar en cualquier ciudad del mundo. Ahora también somos una plataforma de roaming para las operadoras, que aprovechan nuestras redes cuando se saturan las suyas. Para las telecos jugamos el mismo rol que para Visa para los bancos", explica García. Gowex ha conseguido capitalizar la escasez del espectro radioeléctrico en un mundo hiperconectado, en el que hay redes fijas de alta capacidad que multiplican cada poco tiempo su capacidad.
"Ya he vivido varias crisis... y se sale"
“Cuando yo empece todo el mundo quería opositar, a nadie se le pasaba por la cabeza montar una empresa. Hoy en día emprender no es tan loco como antes porque no hay tanta estabilidad laboral como antes. Ahora es la época del emprendedor por necesidad, que es bienvenido y también es bueno, porque son como los españoles que han construido empresas en Argentina o EEUU. Ahora con la crisis es más fácil tomar la decisión de emprender, pero es mucho más difícil sacar el proyecto adelante”, explica el empresario. Con gran visión para los negocios, García ha trabajado para bancos de inversión como Prudential, Merrill Lynch o Smith Barney en EEUU durante los años 90.
Pero para llegar a esa etapa, antes ya había fundado su propio negocio de importación y venta de coches aprovechando la sobrevaloración de la peseta frente al marco alemán hasta que llegó la tormenta monetaria del SME en 1992, cuando aquel arbitraje se terminó. Poco entonces vendió su participación a su socio. Sin embargo, el conocimiento adquirido sobre las divisas le permitió aprovechar aquella crisis e hizo algo de fortuna gracias a los seguros de tipo de cambio entre la peseta y el marco. “Con el dinero de aquella venta y el patrimonio de mis padres -fallecidos en accidente de tráfico años antes- lo aposté todo por la devaluación de la peseta. Lo que hizo Soros, también lo hice yo en otro nivel. Pero aquello lo aprendí del negocio de compraventa de coches".
Cuando se marchó a EEUU, su interés por el mundo financiero le llevó a buscar trabajo en la banca de inversión. “Me busque la vida porque me fui sin trabajo, ni nada. Pero con el patrimonio que había acumulado llamé a varios bancos y les ofrecí ingresar mi dinero en el banco a cambio de que me contratasen como becario”, cuenta en clave de anécdota. Jenaro vive la crisis, no ya como una oportunidad, sino como parte de su vida profesional. Junto a los buenos momentos de fortuna también se ha visto casi arruinado en otros negocios, por ejemplo, cuando creó el equivalente a Iber-X, un mercado financiero de telecomunicaciones, pero en Brasil, admite, episodio del que le costó recuperarse varios años.
El sentido del trabajo
“La crisis actual es más dura que en los años 90 porque ahora no hay esperanza. Entonces estaba la entrada en Europa. Pero en los 80 todavía era peor la situación. A mí me atracaban por calle una vez al mes. Te daba hasta miedo comprarte unas zapatillas porque sabías que te las podían robar. Pero lo importante, lo que la gente debe tener presente es que de la crisis se sale a base de trabajar y trabajar. Pasándolo muy mal se sale adelante si se tiene una actitud de sacrificio y de lucha”. Para García, uno de sus refranes de cabecera es aquel que dice que 'no es más feliz quien más tiene, sino quien menos necesita'. "Yo podría tener ahora mismo un montón de coches y hace ocho que no me compro uno. Creo que hay muchas cosas superfluas", apunta.
Su ejemplo de vida y profesional han sido sus padres, que llegaron a tener varios restaurantes en Madrid en los años 80. “A mi padre le vi trabajar hasta las tantas, todos los días de la semana. Mis padres fallecieron cuando yo tenía 16 años en un accidente de tráfico. Era la primera semana de vacaciones que se cogían en tres años. A mí aquello me influyó muchísimo Hay que encontrar el sentido al trabajo, no solo al éxito. Hago lo que amo, soy libre y soy feliz. Le digo muchas veces a la gente que no está contenta en su trabajo que se busque la vida, que cambie, porque se pasa el 80% de su vida consciente en un sitio donde no quiere estar". García recomienda luchar, aprender de las dificultades y saber sufrir para salir adelante.
0 comentarios:
Publicar un comentario